viernes, 4 de noviembre de 2011

Cambio de hora

Andaba yo pensando en que hoy en día, gracias a la técnica, confiamos muchas cosas a materia inanimada que, ensamblada con cierta inteligencia por nuestra parte, va haciendo sus cosas sin que nadie tenga que decirle nada. Los aviones son capaces de hacer un vuelo entero sin intervención humana; las cadenas de montaje (en especial las de circuitos integrados) ensamblan materiales con una precisión inhumana (en el sentido literal de la palabra); los ordenadores se autoajustan al horario de verano / invierno sin que nosotros tomemos ninguna decisión. Las secadoras más modernas miden la humedad de la ropa y se paran ellas solitas cuando la tienes seca (y arrugada, claro). Los termostatos, los detectores de presencia, etc, etc, etc. Os invito a pensar cuantas cosas "van solas" en vuestra vida diaria. Estoy seguro de que encontrais un porrón.

Esto es genial. Las tareas repetitivas o inasumibles las delegamos a automatismos y nosotros nos dedicamos a cosas mas "elevadas" como por ejemplo...

¿ver la tele?

Ya puestos, hecho de menos un par de gadgets en mi vida que no me vendrían mal. El primero un "hacedor de camas automático". Un robotito que me hiciera la colada, limpiara la casa, etc, etc...Otro que fuera un gran chef de cocina. El que me pasa la ITV de mi antediluviano coche, en fin... unos cuantos.

Y todo esto lo escribo porque para variar, ando metido en otra "jaimitada" de las mías con mi estratosférico reloj aleman "Funk-Kontrolliert" o sea, controlado por radio. Una maravilla de la técnica pero que solo sintoniza en Deutschland la emisora que le da la hora (?!). Total: me pilla el cambio de hora en Spanien y el reloj de marras se queda tan ancho marcando la hora de verano. Bueno. En el próximo vuelo lo pillo y una vez aterrice en Frankfurt se pone el solito en hora. Tecnología alemana: no hay más preguntas.



Aterrizo, pasa un rato largo, le doy a algún botonazo y parece que al fin, pilla la onda y las manecillas empiezan a dar vueltas como locas. Contento, me despreocupo mientras se dibuja una sonrisa de satisfacción en mi cara.

Al cabo de un rato miro el móvil, hmmm las 11:00, miro el reloj, hmmm las 11:30

¿eins?

Miro el otro móvil (el aleman), las 11:01 (Alemania, siempre un paso por delante) El ordenador: 11:00. El reloj otra vez 11:30

WTF?

Ya estamos.  ¿Pero que le debe pasar? ¿Interferencia? ¿Nanocuantos espasmódicos desalineados? ¿Idiosincracia nacional indefinida? (con tanto vuelo arriba y abajo no me extraña)

Bueno, es lo que hay. Luego lo devuelvo (lo había traido con su cajita, en la cual, como no, está la factura) Que frustración... mi sonrisa de satisfacción se borra y se combina con la tristeza del fastidio y el stress de ni siquiera ir una hora adelantado, sino solo media (?!) en un pais en que la puntualidad (sobre el papel) es una premisa. Ideal de la muet·te para ir con el reloj marcando lo que le pasa por el forro. Paciencia. ¿Dónde habré puesto el reloj de "emergencias"?

Total, pasada la hora de comer, vulevo a tocar botones como más o menos recordaba haber leído en las instrucciones. Otra vez a dar vueltas como un loco. Se para. Emoción. Horario de verano. ¡Leches!
A ver, algo hemos mejorado. Ahora da la hora mal pero al menos la da entera. Esto está empezando a convertirse en un reto: voy a solventarlo sin mirar el manual (eso me pasa por ser tío).

Más combinaciones de botones. Veo que en el display digital de la fecha va dando mensajes (de un solo caracter) diferentes. No sé que quieren decir porque el cromosoma definitorio de mi masculinidad me prohibe terminantemente doblegarme ante un manual de instrucciones. Las agujas vuelven a girar....

Llevan ya dos vueltas enteras de 12 horas y no se paran..... ui....Abro la caja (dentro esta el manual) y la dejo abierta. El manual está ahí. Lo se.

Las agujas no se paran aún. Debe de ser que como ponia "4" en el display es que darán cuatro vueltas. Me espero. Miro la caja con el manual encima y consigo contenerme. ¡Un hombre no lee un manual: lo pierde!. ¿Y si se me acaban las pilas? No. duraban 10 años y el reloj tiene medio. Claro, ya lo tengo: pilas defectuosas. O bien la señal de radio que es referencia en alemania está mal. Yo lo hago bien fijo. Lo de 10 años de duración de pilas, no obstante debe de ser marcando la hora. Pegándose estos rulos no se yo si a 10 años llegan.

Y sigue dando vueltas. ¿Cuantas lleva? Menos de 4, fijo. Mi subconsciente me indica con una tímida vocecita que debe llevar ya siete....si lo toco fijo que hasta se está sobrecalentando.


Ignoro al subconsciente: es un reloj, es automático y es aleman. Esto se arregla solo. Claro... solo. La pega es que yo que actúo como interferencia con mi toma de decisiones, no soy un reloj, ni un ser automático y de Alemán no tengo ni las pestañas.

Oh Dios, sigue girando !!!!! Que no se para !!!!!! Cuando por fin lo hace, la hora que marca es absolutamente estratosférica. Así a ojo, como 3 horas y 19 minutos adelantado.

Vale....claudico.



A ver ¿qué pone aqui? "Kalibrierungs des Armbanduhr" ¡agua! Sigo leyendo y llego a la conclusión que llevo todo el día "calibrando" el maldito reloj. Claro cuando uno calibra un aparato de precisión suiza, tecnología alemana e idiosincracia galáctica sin tener ni pajolera idea de lo que está haciendo, luego pasa lo que pasa.

Sigo el procedimiento indicado en el manual (empiezo a entender esos mensajitos que daba) y tras el último botonzao se queda parado con el display de "buscando la microonda". El tiempo de un cigarrito en la calle  y empiezan las manecillas a dar vueltas otra vez. Emoción....

Intriga....

¡Pariez! Se ha parado y da la hora exacta. Bueno, son las seis de la tarde. Por fin. Que cosas